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Si estás haciéndote una casa nueva o planeando obras en ella, existen una serie de consejos a tener en cuenta para que todo salga perfecto. En un primer capítulo ya te hablamos de algunos aspectos sobre la instalación eléctrica de tu hogar. Sin embargo, ahora queremos ir un paso más allá y proponerte algo que seguro que no te deja indiferente: apostar por la energía solar.

La energía solar fotovoltaica es una de las maneras más asequibles y eficientes de mantener una casa caliente. Además de poder ahorrar en tu factura de la luz, estarás ayudando al medio ambiente gracias a utilizar un tipo de energía limpia y renovable como es la solar.

Las placas fotovoltaicas permiten convertir la luz del sol en electricidad a través de una serie de células que poseen. Aunque la primera instalación es algo costosa, con el paso del tiempo y una vez que la hayas amortizado, verás cómo se reduce tu factura mensual. Además, existen subvenciones para este tipo de energía de las que quizá podrías beneficiarte.

La instalación de placas fotovoltaicas es más sencilla si vivís en una casa o en un unifamiliar, ya que se podrán instalar en vuestro propio tejado o jardín.